jueves, 6 de junio de 2013

Tangaras, yarumos, tunos y jardines

Pajaritos de colores

Tangara larvata - J. Oldenettel - 2011
Las tangaras del género Tangara son un grupo de pequeñas y coloridas aves que viven en todas las regiones húmedas de Colombia, desde el nivel del mar hasta el límite inferior de los páramos. Su mayor diversidad se encuentra a alturas medias de nuestras cordilleras, entre unos 500 y 2500 metros sobre el nivel del mar. Quizá sólo los colibríes puedan competir con las tangaras en la brillantez y variedad de sus plumajes, con tonos que incluyen amarillos, rojos, verdes y azules, usualmente mezclados con negro y, a veces, blanco, en las más diversas combinaciones. Para toda finca, poseer una variedad de tangaras constituye un privilegio: las pequeñas aves son grandes dispersoras de semillas y ofrecen adorno con su plumaje y entretenimiento con sus activos ires y venires. Si queremos que las tangaras se amañen en nuestro terreno, ayuda mucho saber algunas cosas sobre ellas, para poder encontrar puntos donde nuestras actividades puedan favorecer su estilo de vida.

Asociaciones botánicas

Yarumo con frutos - el alimento de las tangaras
La mayor parte de las tangaras no son aves del interior del bosque. Más bien, son propias de los bordes, muy comunes donde hay matorrales y vegetación enrastrojada. Las tangaras se alimentan de frutos pequeños y son unas de las más importantes dispersoras de semillas en terrenos con vegetación en regeneración. Estas aves mantienen una relación muy especial con dos grupos de plantas: los yarumos (Cecropia) y los tunos o nigüitos (Miconia spp.) Los frutos de estos árboles y arbustos forman parte fundamental de la dieta de las tangaras. Y podemos ver que, donde hay una abundancia de tangaras, siempre están presentes también las plantas que ellas comen. Así que, si queremos a estas pequeñas aves de colores en nuestras fincas, tenemos que plantar (o dejar que crezcan espontáneamente) yarumos y tunos.

 

La búsqueda de tunos y yarumos

Es raro encontrar tunos y yarumos a la venta en viveros comerciales. Para climas fríos se consiguen algunos yarumos blancos (Cecropia telenitida), pero, en cambio, los yarumos de clima templado y caliente casi nunca son cultivados. Lo mismo vale para los tunos, pues rara vez encontramos alguna de las centenares de especies colombianas de este género cultivada en un vivero. Tanto tunos como yarumos suelen ser considerados “maleza” en las fincas donde crecen y por lo general son eliminados con la guadaña o el machete cuando se deshierba la vegetación. Afortunadamente, ambos tipos de plantas son muy prolíficas y fácilmente podremos encontrar sus plántulas si las buscamos con cuidado en sitios enrastrojados, en linderos, barrancos y cañadas.

Típicas hojas de un tuno o nigüito (Miconia)
Hay dos formas como podemos ayudar a que estas plantas crezcan y favorezcan a las aves. La primera, no volver a cortar el pasto ni ninguna otra vegetación en estos mismos linderos, barrancos y cañadas. Los yarumos y tunos rápidamente se levantarán y empezarán a dominar en la nueva reserva natural de vegetación silvestre que se crea de esta manera. La otra forma es trasplantar las plántulas más pequeñas a bolsas de vivero, donde serán mantenidas húmedas y protegidas durante varios meses, mientras se adaptan y crecen. Luego se las puede plantar en un jardín o en el área deseada, siempre en un lugar donde les dé abundante sol. Si cuidamos estas plantas, en nuestro terreno nunca faltarán las tangaras.







Tangara cayana - D. Sanches - 2009

Tangara cyanicollis - D. Daniels - 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario